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Ina Hristova: Hay una cierta magia en todo proceso.

Nos encanta el trabajo de Ina y queríamos que fuera parte de este espacio. Creemos que es un buen ejemplo de lo que tendría que ser un ilustrador: un profesional que experimenta, que investiga y que comparte. Ina tiene un trabajo que no nos permite encasillarla dentro de un estilo y eso es otro de sus atractivos, sin embargo podemos notar que sus trazos tienen una relación muy estrecha con las técnicas tradicionales de impresión, mismas que la gran mayoría de las veces incorpora a sus proyectos. Les compartimos una pequeña entrevista en donde Ina nos cuenta más acerca de ella y sus dibujos.

¿Te iniciaste en el mundo de la ilustración desde antes de estudiar en la Escola Massana? ¿Y cómo fue tu experiencia ahí?

Antes de estudiar Ilustración en Barcelona estudié Historia del arte y pedagogía artística y toda mi estancia en la Academia de Bellas artes de Sofía fue muy enriquecedora. Sin duda estar en los talleres de pintura, grabado y escultura me motivó a seguir explorando diferentes lenguajes y sobre todo encontrar mi propia voz. 

Empecé con un proyecto para mi madre que es escritora y editora, decidimos trabajar juntas en uno de sus libros de poemas y desde entonces no hemos parado. Al inicio sentía que me faltaba mucho para poder trabajar de manera más suelta. Años después sigo sintiendo lo mismo. 

En Barcelona encontré muchas guías y gurús en el mundo de la ilustración: destacaría a Diego Mallo, África Fanlo, Pep Montserrat, Pere Ginard, Riki Blanco y Arnal Ballester, grandes maestros que me dieron los consejos que necesitaba escuchar. 

 

Sabemos que tienes una pasión por las técnicas de impresión tradicionales, ¿de dónde viene? ¿Crees que la técnica ha marcado tu manera de crear?

El interés por el grabado y la impresión viene de años atrás, de haber visto grabados en exposiciones, recuerdo visitar el museo de Kate Kollwitz y estremecerse de emoción.

Siento mucha libertad haciendo impresiones, experimentando y descubriendo nuevos y viejos procesos de crear imágenes. Hay una cierta magia en todo el proceso.

Creo que sí ha influenciado mi manera de dibujar, me fijo en los detalles, pero también puedo resolver de forma sintética. Uso mucho la trama para crear luces y sombras y la textura está muy presente en todo mi trabajo.

 

¿Cómo fue que empezaste a trabajar profesionalmente como ilustradora? ¿Te acuerdas de tu primer encargo?

Mi primer encargo más grande aparte de los libros que hacia con mi madre fue un proyecto para un teatro infantil y juvenil en Viena, donde trabajaba mi hermana. Ella creyó en mí desde entonces y propuso al teatro hacer una campaña ilustrada de sus obras teatrales y tuvo mucho éxito. Yo no estaba lista para algo de este tamaño y sufría mucho, pero me dió soltura y práctica en la creación de personajes.

Por el tipo de proyectos en los que trabajas vemos que puedes abordar prácticamente cualquier estilo, eso se ha convertido en un pro o en un contra y por que. 

Realmente no me fijo en el estilo, intento abordar cada proyecto de manera diferente y sorprenderme a mi misma. Hay mucho riesgo en eso, porque las cosas pueden salir mal, pero sigo ampliando mi lenguaje…

Es como aprender diferentes idiomas, sigues hablando de lo mismo pero suena diferente. 

Me he especializado un poco más en la creación de libros y allí cada historía tiene su propia voz que influye a mi interpretación visual.

 

¿Cuál ha sido uno de los proyectos que más satisfacciones te ha traído como ilustradora?

Intento disfrutar cada proyecto, este es mi enfoque principal, adoptar el trabajo de otros y convertirlo en mío, dotarlo de importancia personal de alguna forma.

Cuando trabajo con el texto de otra persona me envuelvo en la historia, pero lo que más disfruto es ir construyendo historias con las imágenes que creo.

Me encanta escribir y pensar que las imágenes tienen algo que decir.

Me ha traído muy buenas experiencias uno de los últimos libros que hice – un libro álbum que escribió mi madre hace 15 años, a raíz de este trabajo en equipo hemos creado una pequeña editorial en Bulgaria y vamos trabajando en próximos títulos.

Próximamente también sale mi  libro como autora con la Editorial A buen paso, se trata de una adaptación de un cuento tradicional de Bulgaria que me contaban mis abuelos. Me emociona todo en este proyecto ya que trabajé en la sonoridad del texto y en la expresividad de las imágenes.

 

¿Hay temas en especial  en los que te interese participar con tus dibujos? 

Me interesa explorar las emociones, el tiempo, el espacio y la percepción del movimiento. Me gusta pensar en mis imágenes como poemas, que pueden evocar y abrir espacios de reflexión. Me gusta explorar la sombra, el lado oscuro que se contrapone al lado luminoso y brillante.

Por otro lado me gustan los cuentos, las fábulas y la mágia e intento ponerle un toque a todos los proyectos en los que me veo involucrada.

¿Qué opinas del castellano (lengua) crees como extranjera que es una lengua inspiradora y por qué? 

Te voy a contar una anécdota, hace años mi hermana estaba estudiando español en la escuela y yo estaba aún en la secundaria y no tenía ni idea de que algún día hablaría este idioma. Estábamos durmiendo juntas y en la mañana mi hermana me dijo que había hablado en mi sueño en español. 

Este hecho me estremece hasta hoy en día porque años después estudié bachillerato lingüístico y tuve un muy buen maestro que me enseñó a  amar el idioma y encontrar la forma de expresarme en él. Estuvimos haciendo teatro en Español y creo que a partir de entonces me conecté mucho con el idioma. 

Quiero creer que tengo una conexión de una vida anterior o algo por el estilo:)

 

¿Qué piensas del panorama actual de la ilustración tomando en cuenta la extrema digitalización de la profesión?

Considerando la digitalización como parte de nuestro quehacer creo que tenemos que estar siempre dispuestos a aprender cosas nuevas. Tenemos cierta responsabilidad al crear una imagen y no nos podemos desvincular de los aspectos técnicos que tiene nuestra profesión. Cada vez más veo al ilustrador como un artista multidisciplinar que tiene que saltar desde un proyecto para televisión a un proyecto editorial, desde una campaña de alguna empresa a algo muy personal e íntimo como podría ser un libro de artista. Todo esto conlleva mucha exploración y es lo que más me emociona de esta profesión. Nunca nos aburrimos.

 

Cuéntanos brevemente que es Lapis y cuales son tus objetivos con ese proyecto.

Lapis es un proyecto junto con Joan X. Vázquez al cual me incorporé hace un año y medio, es un espacio de creación en Xalapa, Veracruz y también estamos en el espacio virtual.

Nuestro objetivo es ampliar las conexiones entre diferentes creativos, hacemos talleres, organizamos encuentros con artistas que nos pueden compartir su conocimiento, experiencia y de esta forma generamos una comunidad muy bonita, a pesar de la distancia y el distanciamiento social.

Lapis es una piedra, algo en construcción, algo sólido y en constante movimiento.

Como profesional de la ilustración y como profesora, que consejo le darías a las personas que van iniciando o que quieren iniciarse en esta profesión?

Lo principal sería que tengan consigo una libreta, que dibujen con la mirada, que se sorprendan por las cosas que los rodean. Que analicen el trabajo de los demás, que se pregunten por qué, cómo y cuándo…y que no tengan miedo de los demás.

 

Recomiendanos a 5 artistas a los que tenemos que descubrir. 

Miguel Pang, Anna Lina Mattar, Bea Lozano, Decur, Kasya Denisevich

 

Algo que quieras añadir. 

Gracias por su trabajo, es muy importante dar voz y ampliar las conexiones entre los diferentes ilustradores y creadores. Abrazos y nos vemos pronto!

Recuerden que pueden encontrar los dibujos y procesos de Ina en su Instagram, no le pierdan la pista!