Por Julia Solans
Si algo sabemos y no podemos evitar es que en la vorágine del capitalismo global en la que estamos inmersos somos, desde que nacemos y hasta que dejamos de ser productivos, objetivos para el consumo. Lo somos de forma activa y en la mayoría de ocasiones lo somos de forma pasiva convirtiéndonos en el target de iniciativas, empresas, productos, campañas publicitarias, etc.
Desde siempre la creatividad, el diseño y la ilustración han estado al servicio del mercado quien nos provee los encargos y nos empuja a convertir sus mensajes en resultados complacientes con muchos colorinchis, trazo amable, y “que salgan niños, y gente de color y mujeres con pañuelo para que se note la diversidad”. Ya, ok. Claro.
Es evidente que todo lo que hacemos está sometido al estricto escrutinio de la contradicción, no somos perfectos, solo ilustramos, pero a mi me consuela pensar que al menos la ilustración puede estar al servicio del bien, convirtiéndose en herramienta de transformación (bueno, no por ella sola, debemos hacerlo nosotros).

Yeye Weller para Fine Acts
Vale, ok, Júlia, muy bien, ¿pero a dónde quieres llegar con todo este parloteo? Pues a lo siguiente amigos y amigas: recientemente estoy viendo por aquí y por allá iniciativas sin ánimo de lucro, bajo licencia creative commons, todo legal, todo bien y todo verde, que están comercializando (dejadme aclarar luego esto) la lucha por el cambio climático como un objeto-producto de consumo masivo.
Tanto es así que, recientemente llegó a mi una inciativa llamada Artist For Climate (https://artistsforclimate.org/), detrás están el estudio Fine Acts (thegreats.co) que se definen como un estudio creativo global por el impacto social sin ánimo de lucro, en colaboración con Ted Countdown (https://countdown.ted.com), que son los de las Ted Talks que ahora han montado una plataforma de acción contra el clima llamada Countdown. La iniciativa se montó como una llamada a la participación de ilustradores y artistas para conseguir un gran catálogo de ilustraciones contra el cambio climático bajo una licencia abierta. La sorpresa sorpresiva es que era una especie de concurso donde el ilustrador enviaba una pieza, un jurado experto la valoraba y pasaba a una final (o no) para crear una especie de getty images bajo el nombre de TheGreats.co. Si entras a esta web se lee bien grande “ilustraciones gratuitas de grandes artistas contra el cambio climático”. Hay otros lemas como “los grandes artistas donan” o “libertad para usar y adaptar sin fines comerciales” o “el gran catálogo de ilustraciones activistas”.

Alexandra Giorgieva para Fine Acts
Mientras navego por estos enlaces intento mantener la calma, analizarlo con la mente abierta, lo juro, pero a mi todo me huele a que se han montado una fiesta para promocionarse usando, como siempre, al talento joven y despistado por la cara porque claro el fin del mundo, el cambio climático y Greta Thunberg.
Decirme una cosa, si el fin es crear un gran catálogo de temática activista, ¿por qué hay una curatoría en forma de concurso y jurado? ¿por qué una plataforma apoyada por Ted que huele a autopromoción? ¿por qué comercializar con el talento altruista? Es evidente que no hay una transacción económica pero aun así sigue habiendo una comercialización porque hay un intercambio de talento a favor de que una plataforma con marca gane prestigio, ¿no?

Rozalina Burkova para Fine Acts
No hay recetas claras para hacer cosas innovadoras en internet, sin embargo, lo que se logra en esta plataforma es la sobreabundancia, el exceso y mensajes reproducidos de una misma forma para atraer a un público consumidor que buscará la excelencia, lo bonito y lo bien hecho o el nombre del artista, y en el peor de los casos, la florecilla mejor dibujada. No pasarán miedo. No verán el colapso cerca. Ni notarán que el grado y medio está a punto de rebasarse, ni verán los peces muertos del Mar Muerto, ni los movimientos migratorios causados por la escasez.
En otras palabras, amigos y amigas, dejemos de crear artefactos comunicativos vacíos y estériles porque quien motiva y activa la palanca del cambio es el deseo de querer transformar, movilizar y cambiarlo todo.
Porque cuando dibujamos debemos hacerlo desde las entrañas, debemos dibujar como vía de escape al fatalismo.
Debemos transformar la ilustración en rabia.

Julia Solans es una ilustradora gráfica originaria de Barcelona. Ha trabajado como directora de arte en varias agencias de Barcelona y como asesora de campañas en el Ajuntament de Barcelona. En la actualidad dibuja, pinta y colorea para diferentes clientes nacionales e internacionales y lo compagina con la docencia en ilustración. En su vida paralela, da charlas a menudo y presenta eventos, premios y eventos culturales varios porque le gusta mucho subir al escenario y coger un micro. Desde 2020 presenta una sección en el programa de televisión, «Helvètica, un programa de disseny» emitido en TV2.